miércoles, septiembre 29, 2004

La jugada de Lagos

(Escrito para la cátedra de Géneros Periodísticos III)

Esta mañana el Presidente Ricardo Lagos anunció un cambio en su gabinete. Sólo se limitó a anunciar su decisión, sin dar nombres. Se sabía que dejarían su cargo de dos a seis ministros.
Durante la tarde ya se anunciaron cambios: la ministra de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear y la ministra de Defensa, Michelle Bachelet, serán reemplazadas por Ignacio Walker en Cancillería y Jaime Ravinet, quien hasta ahora estaba a cargo del ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Además, otro de los cambios anunciados por el ministro Vidal fue la remoción del ministro de Mideplan, Andrés Palma, quien será reemplazado por la actual intendenta de la Tercera Región, Yasna Proboste. En Vivienda asume la actual subsecretaria Sonia Tschorne.
Un cambio de esta magnitud provoca infinidad de reacciones e hipótesis. Según el Presidente, es una decisión que va en miras de los intereses superiores del país y reconoció el excelente desempeño de los funcionarios que se despiden de sus cargos. Aludió que "se han producido ataques injustificados y situaciones que no están a la altura de lo que Chile necesita, y que amenazan el buen funcionamiento del Gobierno y del Estado". Pero como todo acto político busca, en definitiva, beneficios electorales.
La decisión que tomó Lagos es una clara muestra de aprobación hacia las candidaturas de las presidenciables Bachelet y Alvear. La imagen potente de estos personajes dará a la campaña de la concertación más peso y respaldo, además de la tranquilidad de no recibir ataques de la oposición por estas prácticas.
Por estas razones, la oposición ha calificado este acto del Gobierno como "una movida electoral". Jovino Novoa señaló que "el país está defraudado" y que los problemas no se han solucionado. Joaquín Lavín acusó que el Gobierno vive en un "desorden" y espera que el cambio sea para solucionar conflictos como el de la delincuencia.
Como es sabido, existe el acuerdo tácito entre la coalición que esté en el poder, en este caso la Concertación, para que haya una proporción equivalente entre el porcentaje de votación de cada partido y la proporción de partidos que forman parte del Gabinete.
En este caso, el Presidente compensó la salida de un PS y un DC con personas de ese partido. Pero también se preocupó de que la proporción de mujeres no mermara. Este detalle magistral da un panorama de la habilidad con la que el Gobierno está manejando su imagen, sobre todo frente a las mujeres. La idea es que la mayor cantidad de personas quede contenta, excepto quizás Andrés Palma que tuvo que ceder su puesto para dárselo a una mujer. Sin duda que el panorama que presenta el Gobierno da cuenta de las estrategias para obtener saldo electorales que le permitan seguir siendo la primera fuerza política del país.

miércoles, septiembre 22, 2004

Su nombre es Yusuf Islam

(Escrito para la cátedra de Géneros Periodísticos III)

Es impactante ver cómo la personas necesitan de convicciones y creencias. Se aferran a lo que creen correcto, lo que puede ser desde la fe en las hierbas medicinales hasta las religiones.
El caso de Cat Stevens no deja de dejarme atónita: no puedo relacionar su voz delicada y la imagen con su guitarra con al que hoy luce como un islámico típico. Seguramente él no tenía su convicción en la música, a pesar de que le dio éxito, pero necesitaba de algo que el Islam le dio.
Me sorprende porque es tan fuerte esa necesidad en el ser humano, pero no cabe dentro de nuestra estructura mental cambiar tan abruptamente de religión. Se le extraña, o por lo menos, me quedo con la sensación de que me gustaría escuchar qué puede decir él ahora con sus canciones, así como los cantantes de esa época tomaron sus caminos.
Pero la fe hizo su llegada y nos quitó de cuajo a este hippie que cantaba poéticamente, con un sonido muy particular. "Nos quitó", sí, porque en occidente tenemos una mirada esterotipada de los islámicos y porque creemos que están equivocados, debido a nuestra tradición cristiana.
¿Qué nos diría su guitarra? Lo único que sabemos con certeza que Cat Stevens sólo existe en nuestro recuerdo. Él hoy es Yusuf Islam.

martes, septiembre 07, 2004

Plantón y sus consecuencias jaja



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