sábado, agosto 30, 2003

Fiestas Patrias

(Escrito para la cátedra de Géneros Periodísticos III)

Malestar nacional porque las Fiestas Patrias caen en fin de semana
POR QUÉ CHILE PIDE QUE SEA FERIADO
No sólo los perezosos buscan argumentos, sino también quienes hacen de estas fiestas un negocio.

Después del Día del Niño, los chilenos comenzamos a hacer planes "el Dieciocho" como llamamos comúnmente a nuestras Fiestas Patrias. Incluso antes, cuando terminan nuestras vacaciones, ya pensamos que tenemos dos días a nuestro haber y los disponemos, excepto a quienes trabajan por turnos.
La particularidad de las Fiestas Patrias en Chile es que son dos días libres: Los festejos comienzan el día 17, por lo general, y después de esa algarabía, el fin de semana siguiente lo que quedaron con "gusto a poco" celebran el "Dieciocho chico".
Este año las fiestas patrias cayeron justo en fin de semana, lo que ha provocado un revuelo nacional, una disputa entre quienes dicen que hay que conformarse con lo que arroja el calendario y otros que piden un día feriado.
Según los que no quieren un día feriado extra, entre ellos el Gobierno, aseguran que el país no está en condiciones de dejar de trabajar un día. Parar la producción significaría pérdidas de miles de dólares que no estamos en condiciones de soportar.
En cambio, quienes piden un día feriado, como por ejemplo ASEXMA, aseguran que los trabajadores producen más cuando están contentos. Además, los empresarios del turismo aseguran que las pérdidas en el sector serán significativas.
Las fiestas patrias son esperadas durante todo el año, sobre todo por los trabajadores que esperan las fondas o salir un par de días de la ciudad. Hay quienes pueden disfrutar de su aguinaldo en familia, o celebrando entre copas.
Chile no es un país que se caracterice por celebrar, somos un país apagado, sin vida, y que estas festividades dan un aire nuevo a nuestro año, son la marca que indica el comienzo de la primavera. Al no haber al menos un día libre, pasaremos de largo a fin de año con un vacío.
Pero aparte del aspecto socio-emocional, la industria del turismo debe ser desarrollada en nuestro país, pues recibe cada vez a más extranjeros. Debemos entrenar para poder desarrollar una industria que quizás nos puede dar mucho más de lo que perderemos en un día feriado.
Cuando se habla de "dejar de producir" nos olvidamos que todos los años hay cierta cantidad de feriados determinada y siempre son la misma cantidad. Es decir, sería esperable que, como en años anteriores, "perdamos" dos días de producir, que en realidad son los mismos días de todos los años.
Definitivamente, Chile pide que sea feriado, y no es sólo un capricho emocional: puede hasta llegar a ser una inversión... pero a largo plazo, a pesar de que dejemos de producir en el aquí ahora, pero hay otras industrias que salen beneficiadas.

viernes, agosto 15, 2003

Clonación: ¿santo remedio?

Por Marí­a Pastora Sandoval Campos
(Publicado en armonia.cl)

La clonación humana se ha justificado para poder salvar la vida de las personas. ¿Es técnica y éticamente posible?



El hombre ha soñado, desde siempre, en reproducir lo que Dios ha hecho. Más de alguna vez nos habremos sentido tentados con, incluso, clonar a alguna persona que nos parece debiera ser clonada. Pero, más allá de los deseos del dí­a a dí­a, la ciencia ha llegado a lugares tan inesperados que debe reafirmar sus principios para mirar los nuevos desafí­os.


El proceso natural por el que se crea vida es a través de la fecundación, que es la fusión de dos células, con patrimonio genético del padre y de la madre. Esto último incluso, en la fertilización in vitro.


En cambio, en la clonación se extrae material genético y se fusiona con un óvulo sin información genética con un golpe eléctrico. En este caso no podemos hablar de padre ni madre para este embrión.


La motivación

Quizás, la pregunta clave es: ¿para qué sirve la clonación? Una de las ventajas que tiene esta técnica es que el óvulo es llamado "totipotencial", es decir, es totalmente diferente, todo lo puede: las diferentes cálulas en el cuerpo tienen distintas funciones, pero este óvulo puede cumplir cualquiera de ellas y podrían ser usadas para suplir.

Una de las utilidades que ha tenido esta técnica es poder producir proteí­nas humanas en animales. Este proceso se hace sin macho para no diluir valor transgénico, para que no interfiera con su propio material genético que puede desviar de la función que se necesita. Según el doctor Rafael Vicuña, bioquí­mico y doctor en biologí­a molecular, "esto es aporte, pues podemos lograr mejorar la calidad de vida de las personas a través de los animales, sin que se deba experimentar con seres humanos".

La ciencia ha traspasado lí­mites inimaginables hace algunos años (la clonación era, incluso, patrimonio sólo de la ficción), pero aún faltan vallas por superar. Por ejemplo, es sabido que los animales clonados nacen enfermos y no se puede correr el riesgo de que esto suceda con un ser humano.

Existe lo que se ha llamado la "clonación terapéutica", es decir, poder clonar a personas que necesiten, por ejemplo, un donante de órganos. Con esto, se tendrí­a la seguridad de que no habí­a rechazo de quien recibe este preciado beneficio. Pero, según el doctor Vicuña, "el fin no justifica los medios, pues es éticamente inaceptable y existen alternativas para no tener que experimentar con seres humanos".

Tomando en cuenta la etimologí­a de la palabra "terapéutico" (vocablo que viene del griego, que quiere decir "curar"), estarí­amos sanando a la persona que recibe el órgano, pero ¿qué sucede con el clon? ¿Quedaría vivo después de la donación? ¿Qué padecimientos fí­sicos sufriría? ¿Tendría conciencia de que fue creado sólo por un fin utilitario? ¿Cómo se sentirí­a ante esa realidad?


Todo es vanidad


El doctor Vicuña, afirma que la clonación humana es éticamente incorrecta, pero no técnicamente imposible. "Clonar humanos es un juego peligroso. Quienes lo quieren hacer lo hacen por un asunto de vanidad, pues todos los cientí­ficos están en contra y esos pocos sólo quieren destacarse". No cree, por ejemplo, que el doctor Severino Antinori haya logrado clonar a un humano, aunque quizás apoya un poco más la hipótesis de que los raelianos lograron hacerlo: "Clonar humanos sería muy difí­cil, porque se necesita un ejército de mujeres que aporten óvulos y esa capacidad de "reclutas" la tienen más los raelianos. Imaginen que para que la oveja Dolly pudiera nacer hubo 279 fracasos de clonación". Además, no se ha logrado la clonación de los primates, quienes son los que más se parecen a nosotros.

La fecundación asistida queda fuera de esta discusión para el doctor Vicuña, porque es una ayuda y no es tan antinatural. Eso sí, le preocupa la cantidad de embriones que innecesariamente se utilizan.

La comunidad científica mundial ha estado en completo desacuerdo con la clonación humana. En Estados Unidos no fue aprobado por el presidente George W. Bush la financiación con fondos federales de la clonación humana (lo paradójico es que sí­ se podría con bienes privados). En nuestro país, la Comisión para el Desarrollo de Biotecnologí­a redactó un proyecto de ley para que en Chile quede prohi­bida la clonación de humanos. Esta ley está esperando la aprobación de la Cámara de Diputados, pues el Senado ya le dio su consentimiento.


Controversias

Uno de los temas que entra en discusión es la utilización de animales en estos experimentos. Muchos de sus defensores protegen los "derechos de los animales", pero no olvidemos que para tener derechos hay que tener discernimiento, libertad, entre otras caracterí­sticas que los animales no tienen. Si lo viéramos desde un punto de vista bíblico, la creación fue puesta al servicio del hombre, aunque éste debe usarla sabiendo que es responsable de ella y para fines que le edifiquen. Esto, por ejemplo, podrí­a expresarse en que no se hiciera sufrir a los animales innecesariamente.
El doctor Vicuña concluye: "La Biblia, muchas veces, ha sido vista como un libro científico, pero hay que tener mucho cuidado con sus metáforas porque una mente inquieta puede llegar a afirmar que Eva es un clon de Adán, hecha con las células de su costilla".


Más Información:

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Cámaras ocultas: su discutida legitimidad

Por María Pastora Sandoval Campos
(Publicado en
armonia.cl )

A pesar de que las cámaras ocultas han servido para desenmascarar crí­menes, se abre una discusión desde la ética.



De un tiempo a esta parte, las cámaras ocultas se han hecho cada vez más frecuentes en la televisión. El avance de la tecnologí­a ha permitido que podamos ver imágenes de muy buena calidad que están insertas, por ejemplo, en carteras o anteojos.

Al parecer, el uso de cámaras ocultas no ha sido mayormente cuestionado por los telespectadores, debido a que se han convertido en métodos de prueba para desenmascarar a personas que están delinquiendo y que no han sido detectados por la policí­a.

Las nuevas técnicas abren incertidumbres respecto al correcto uso de ellas. En el caso de las cámaras ocultas se deben analizar puntos que quizás pasan inadvertidos frente al "beneficio" que otorgan.


¿Cómo se regulan los medios de comunicación?

Contrariamente a lo que se puede pensar, hay una preocupación diaria por parte los informativos de no ir contra la ética. Para poder autorregularse, la Federación de Medios de Comunicación Social crearon el Consejo de Ética. Esta agrupación está conformada por la ANP (Asociación Nacional de la Prensa), la ARCHI (Asociación de Radiodifusores de Chile) y ANATEL (Asociación Nacional de Televisión).

El Consejo deÉtica de los Medios de Comunicación recibe las quejas de personas, instituciones o medios sobre faltas a la ética. También puede actuar de oficio, es decir, puede investigar algún caso por iniciativa propia. Todo esto pretende elevar la calidad de lo que se publica o emite. Además, se evita que otras entidades, por ejemplo legisladores, regulen a los medios. Los fallos del Consejo tienen sanción moral y no penal (por ejemplo, no habría pena cárcel para el culpable) y se sanciona al medio de comunicación y no a periodistas de forma individual, para evitar culpar a personas y no estar en contra de ellas.


En el banquillo de los acusados

Aparentemente, las cámaras ocultas pueden ser un arma excelente para exhibir realidades que no se ven a simple vista. Pero esta técnica es muy cuestionable. De hecho, el Código de Ética del Colegio de Periodistas de Chile, en su artículo octavo dice: "El periodista no recurrirá a subterfugios - como utilizar identidades falsas, cámaras o micrófonos ocultos - para obtener la información."


Según explica la presidenta del Consejo de Ética, María José Lecaros, "la imagen no es sinónimo de verdad. Hoy se tiene una excesiva confianza en lo que se ve y no todo es como se ve en la televisión". Además, enfatiza que los métodos ocultos de investigación representan un desequilibrio de poder, pues "se hace caer" a quien se quiere indagar, sin que pueda defenderse.



Las cámaras ocultas deben usarse en casos muy justificados, por ejemplo:

  • En un tema de alto interés público

  • Cuando se tiene certeza de que el tema no puede denunciarse de otra manera (por ejemplo, vías legales o policiales). Debe discutirse acuciosamente por parte de los realizadores y evaluar si procede o no el uso de métodos ocultos

  • Se debe medir si el daño causado es mayor que el beneficio obtenido.

  • Se debe anunciar que estoy usando cámara oculta y fundamentar el porqué.



    El uso de cámaras ocultas, según Marí­a José Lecaros, es un facilismo por parte de los periodistas, porque es una investigación inmediata que no necesita de una indagación profunda: sólo se reproducen las imágenes captadas.


    No se debe abusar de la credibilidad de la que goza la televisión. Los periodistas no son policías ni jueces y deben, en primera instancia, dar el espacio para que se haga cumplir la ley.


    Otro rasgo peligroso de estos métodos es que la gente pierde credibilidad en la justicia, y en vez de denunciar ante un tribunal, acude a los canales de televisión y hace de los casos un show.


    Como vemos, las cámaras ocultas casi nunca se justifican y los periodistas, a pesar de ser servidores públicos, no deben hacer justicia por sus propias manos, porque si se equivocan pueden haber dañado la imagen de alguna persona de por vida.

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